PSICOLOGÍA DEL JUEGO
De
Vygotski es menos conocida la investigación sobre el juego y los juegos de los
niños, en tanto fenómeno psicológico y por su papel en el desarrollo. Mediante
el juego, los niños elaboran significado (meaning) abstracto, separado
de los objetos del mundo, lo cual supone una característica crítica en el
desarrollo de las funciones mentales superiores.
El famoso
ejemplo que da Vygotski es el de un niño que quiere cabalgar sobre un caballo y
no puede. Si el niño tuviera menos de tres años podría quizá llorar y enfadarse
pero, alrededor de los tres, la relación del niño con el mundo cambia:
"por lo tanto, el juego es tal que su explicación debe ser siempre la de
que supone la realización ilusoria, imaginaria, de deseos irrealizables. La
imaginación es una formación nueva, que no está presente en la conciencia del
niño verdaderamente inmaduro, que está totalmente ausente en animales y que
representa una forma específicamente humana de actividad consciente. Como todas
las funciones de la conciencia, originalmente surge de la acción".
El niño
desea cabalgar un caballo, pero no puede, así que toma una vara y se monta a
horcajadas en él, y pretende entonces que está cabalgando. La vara es un
"pivote". "La acción ajustada a reglas (rules) comienza
siendo determinada por ideas, no por objetos (…). Es muy difícil para un niño
recortar un pensamiento (el significado de una palabra) desde un objeto. El
juego es una etapa de transición en esta dirección. En el momento crítico en
que una vara —esto es, un objeto— se convierte en pivote para extraer el
significado del caballo desde un caballo real, se altera radicalmente una de
las estructuras psicológicas básicas que determina la relación del niño con la
realidad".
A medida que
crece el niño, su dependencia respecto a pivotes tales como varas, muñecas u
otros juguetes disminuye. Han "internalizado" esos pivotes en tanto
imaginación y conceptos abstractos a través de los cuales entienden el mundo.
"El viejo adagio de que el juego del niño es imaginación en acción puede
invertirse: podemos decir que la imaginación en adolescentes y en infantes es
juego sin acción".
Otro aspecto
del juego al que Vygotski se refirió fue el desarrollo de reglas sociales que
ocurre, por ejemplo, cuando el niño juega a "casas" y adopta los
papeles de los diferentes miembros de la familia. Vygotski cita un ejemplo de
dos hermanas que jugaban a ser hermanas. Las reglas del comportamiento en la
relación entre ellas, reglas que en la vida diaria solían pasar desapercibidas,
eran adquiridas conscientemente mediante el juego. Los niños adquieren así
reglas sociales, y también lo que ahora denominamos auto-regulación,
autocontrol. Por ejemplo, cuando una niña se encuentra en la línea de partida
de una carrera de velocidad, bien pudiera ser que estuviera deseando salir
corriendo inmediatamente, de modo tal que pudiera ser la primera en llegar a la
línea de meta, pero el hecho de conocer ya las reglas sociales que rodean al
juego y el estar deseando disfrutar del mismo le permiten regular su impulso
inicial y esperar la señal de partida.
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